Lo primero que me gustaría comentar es que la experiencia de la clase con el debate es, en mi opinión, muy positiva. Trabajar en un debate, y más en estas condiciones, con el azar de por medio para la elección de grupos por ejemplo, trabaja factores sobre la exposición oral y en público a mi parecer muy interesantes y útiles.
Al final, cada uno estaba obligado a realizar una documentación independiente que quizá después no iba a tener que defender, sino atacar. Ese hecho te fuerza a tener que adaptar tus argumentos y tener que trabajar y pensar tus intervenciones.
En mi caso, tuve el papel tanto de debatista como de moderador. Voy a comentar independientemente mis impresiones, empezando por la preparación y luego comentando mis roles:
Preparación debate
Al principio nos costó dar el primer paso, ya que todos teníamos buenas propuestas pero hacía falta una organización. Al deducir entre todos cual iba a ser el formato de los debates, realizamos el sorteo de los dos moderadores, con lo cual fue más sencillo realizar los equipos de trabajo y las divisiones de tareas.
Todos los equipos realizamos nuestros propósitos de manera satisfactoria y todo quedó claro para que el día del debate estuviera todo preparado.
Debate en la parte en contra de la legalización de las drogas
Fue una sensación extraña, puesto que mi punto de vista es el contrario al que me tocó defender. Sabiendo que esto era una opción,en mi preparación previa del tema me documenté bien con una gran cantidad de puntos y argumentos, varios desconocidos por mí, para tener una buena base de discusión. Tras decidir con mi equipo el rol que iba a tener cada uno, esperé mi intervención tratando de buscar puntos débiles a los argumentos del equipo contrario.
Aunque me considero una persona capaz de mantener una tranquilidad aparente, en varias ocasiones que me ha tocado defender algo en público, al principio de mi exposición tiendo a acelerarme y decir más cosas de las que en un principio tenía pensado decir. Conocedor de ello, traté de tranquilizarme y apuntar ese fallo para posteriores intervenciones.
Creo que es muy importante saber exactamente qué quieres decir y ceñirte a ello, y traté de aplicarlo en mis siguientes intervenciones, las cuales creo que fueron más serias y de mayor valor. Le comenté a mi equipo, tras realizar todos mis apuntes durante el desarrollo del debate, que quería realizar la conclusión, la cual resultó ser tal cual había planeado en mi mente, y creo que fue muy clara, concisa y seria, argumentando todos los puntos que había preparado y sin dejar cabos sueltos.
Fue enriquecedor para mi volver a trabajar en este tipo de habilidad oral, me siento cómodo realizando discusiones serias sobre temas polémicos, y me gusta hacerlo en este tipo de ambiente donde hay que respetar opiniones buscando al final un punto de vista común y tratando de resolver un problema de la sociedad.
Debate como moderador con el tema a tratar del aborto
En esta ocasión, mi rol, aunque más como espectador que como participante, me ayudó, sobre todo, a estudiar las distintas conductas de mis compañeros y como cada conducta o actitud puede ser más o menos favorable dependiendo de la situación.
Mi deber era controlar los tiempos, conducir el debate y tomar notas según una rúbrica, y creo que realicé las tareas de manera correcta. A lo mejor, el debate no tuvo el tono formal que yo esperaba, lo que tuvo que hacerme adaptar las valoraciones a otros comportamientos de mis compañeros.
Creo que durante el debate, a pesar de su tono más informal, se respetaron todos los tiempos y los turnos, y creo que en mi labor de moderador, cuando los compañeros llegaron a un punto de no retorno en la parte de refutaciones, con un par de preguntas se volvió a poder debatir sobre el tema.
A lo mejor fue un poco estresante llevar todo el control, tanto de tiempo, turnos y valoraciones, pero creo que al final pude lidiar con todas las tareas y el debate concluyó de buena manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario