Los efectos de la ley anti-tabaco

La gente lee lo que quiere leer, escucha lo que quiere escuchar, piensa y concluye lo que le conviene y da la información de manera que se refuercen sus creencias. No cabe duda que eso es así y así nos lo demuestra éste artículo crítico con el estudio de la Sociedad Española de Epidemología sobre los efectos de la ley antitabaco de 2005.

Aquí tenemos probablemente un fumador indignado con la ley antitabaco que ha leído dicho estudio desde la posición de un adicto al que le molesta que le hayan quitado su derecho a fumar en ciertos espacios. Es por ello que sus comentarios sobre dicho estudio van enfocados a menoscabar ésta ley.

Cierto es y coincidimos en que no se puede afirmar que dicha ley haya evitado 1500 muertes. Más correcto sería decir que la ley podría evitar 1500 muertes puesto que los datos se basan en un hecho hipotético. Pero para ver si dicha ley ha tenido efecto o no opinamos que deberíamos mirar otros hechos, no únicamente las muertes producidas por el tabaco.

De hecho, las muertes relacionadas con el consumo del tabaco tendrán mucho que ver con la edad y años que lleve fumando la persona en cuestión. Eso quiere decir que para muchos puede que la ley haya llegado tarde y ahora nos estemos encontrando ante una de las estadísticas más grandes de mortalidad relacionada con su consumo. El tabaco es una de las drogas que más adicción produce y tenemos mucha gente alrededor enganchada desde hace muchos años.

El factor a tener en cuenta a nuestro parecer  es si ha repercutido o no en que haya más o menos fumadores nuevos al año. Por otro lado, también nos parece importante saber si ha reducido las consecuencias negativas del humo ambiental para los fumadores pasivos.

Visto lo visto parece evidente que dependiendo que tipo de población estudiamos (jóvenes, no fumadores, fumadores habituales…) obtendremos datos diferentes que apoyarán o no la afirmación: la ley antitabaco no ha servido para nada.

Siempre será más fácil buscar agujeros en estudios, afirmaciones etc  hechos por los demás que admitir nuestros errores, ser más críticos con nosotros mismos, nuestros pensamientos o hábitos y cambiar. Cambiar, madurar, evolucionar está mal visto porque sugiere que dejas de ser tú mismo, por eso a nadie le gusta.

Deberíamos de hacer ver lo positivo de replantearse las cosas constantemente, perder miedo a los cambios, sacar las mentes de ese tipo de estancamiento y ayudar a mirar con nuevas perspectivas, si no, el crecimiento personal e incluso social no es posible.

Blanca Pita

Daniel Moreno

Cristina Iriguibel